Los cristianos estamos llamados a crecer en todas las áreas de nuestra vida, y una de ellas es la santidad, pero tristemente muchas veces la hemos descuidado en nuestro diario vivir y caminar cristiano. Se nos olvida que Dios es Santo y que hemos sido creados a su imagen y semejanza, y por lo tanto debemos reflejar su santidad en nuestras vidas.
Por lo tanto, la santidad es una virtud indispensable en la vida de todo verdadero creyente, ya que sin santidad nadie verá a Dios, por eso necesitamos tener en nuestra vida cristiana la misma vida de Cristo, esa vida que recibimos cuando le aceptamos como nuestro único y suficiente Señor y Salvador personal.
Recuerda, no estamos solos en este proceso de santificación, el Espíritu Santo que mora en nosotros nos ayuda por la gracia de Dios en Cristo. Aunque como humanos tenemos una naturaleza pecaminosa que nos impulsa a cometer muchos errores y pecados, Dios nos ha redimido por su gracia introduciéndonos en este proceso, para que vivamos como verdaderos hijos de Dios, pareciéndonos cada vez más a Él.
¿Te estás pareciendo a Él?
En Cristo,
Álvaro Méndez – Capellán ING
0 comentarios