Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.
2 corintios 5: 5.
El tabernáculo en el Antiguo Testamento fue el lugar designado por Dios para manifestar su presencia al pueblo de Israel, hoy en día nosotros somos el tabernáculo donde Dios manifiesta su presencia, por eso Jesús dijo vosotros sois la luz del mundo, como la columna de fuego alumbraba al pueblo de Dios en la noche, así nosotros debemos alumbrar para este mundo perdido la luz de Cristo quien es la luz del mundo, el ministerio Nueva Generación, se alza cual antorcha en medio de las tinieblas para llevar la luz de Cristo a los perdidos que esperan la redención en Cristo.
Dios les bendiga.
Álvaro Méndez – Capellán ING
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