Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; más cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.
Romanos 5: 20, 21
Hoy estamos ante una sociedad que disfruta del pecado y lo legaliza colocándole diferentes nombres para ocultar o disimular su gravedad. Así nuestra sociedad legaliza abortos, delitos de lesa humanidad, entre otros. Pero la gracia de Dios nos impele a rescatar y a redimir esta humanidad perdida, ya que estamos seguros de que su gracia puede alcanzar y transformar esta sociedad pecaminosa. Porque si el pecado reina para muerte, en Cristo reina la justicia para vida eterna.
Álvaro Méndez – Capellán ING
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