«Porque el acusador de nuestros hermanos, el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche, ha sido arrojado«.
Apocalipsis 12:10b.
Tu tendencia natural al pecado la aprovecha Satanás para acusarte delante de Dios. Lastimosamente, y en muchas ocasiones, sus acusaciones son verdaderas, lo cual sino fuera por el sacrificio de Cristo estarías condenado eternamente. Pero Cristo quitó el acta que te era contraria clavándola en la cruz, quedando saldada tu cuenta de pecado. Recuerda, las acusaciones de Satanás quedaron anuladas por siempre.
En Cristo,
Álvaro Méndez – Capellán ING
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