“Por fe, Moisés se fue de la tierra de Egipto, sin miedo al enojo del rey; y se mantuvo firme en su propósito, como si viera al Dios invisible”.
Hebreos 11: 27
Dios usó a Moisés en su plan de liberar a los israelitas de Egipto. Él sabía que había sido designado para esa tarea liberadora, por eso no tuvo temor del enojo del Faraón y siguió adelante en el propósito que Dios tenía con él sabiendo que Dios a través de su vida haría lo que había determinado hacer.
El profeta Jeremías también fue designado por Dios, en su caso, para profetizar a Israel la deportación a Babilonia, una misión muy difícil, ya que los israelitas no creyeron su mensaje y lo consideraron su enemigo. Esto lo llevó a ser perseguido, encarcelado y llevado a Egipto, pero a pesar de la oposición que tuvo, pudo cumplir con su misión.
A Jeremías se le instruyó que no debía temer al agresor porque Dios lo iba a proteger y respaldar en su peligroso ministerio. Tu ministerio, así como el de Moisés y el de Jeremías, puede tener grandes opositores, pero si este ministerio ha sido dado por Dios, siempre tendrá el signo de victoria en su frente porque en Cristo eres más que vencedor por medio de Aquel que te amó.
Siempre habrá un agresor que intente atacar el ministerio que Dios te ha dado, y la lucha será encarnizada, pero siempre tendrás un Defensor que te dará la victoria en medio de la lucha. Por eso, no debes enfocarte en el agresor, debes enfocarte en tu defensor, como lo hizo Moisés que se sostuvo como viendo al invisible y como Jeremías que se le dijo que confiara en la protección de Dios y en la victoria que él siempre da. ¡Ánimo! Saldrás adelante en medio de las dificultades, en Cristo eres más que vencedor.
En Cristo,
Álvaro Méndez – Capellán ING
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