Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire.
1 Corintios 9; 26
El apóstol Pablo sabía que para llegar bien a la meta y obtener el premio en cualquier deporte, debía enfocarse bien en el objetivo, evitando correr a la ventura, evitando dar golpes al aire, tenía que enfocarse en el premio. Santiago dice en su carta: “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.” (Stg 1:12). Las tentaciones y las distracciones te desenfocan de la meta, por eso debes recordar que la vida liviana es vital para alcanzar dichas metas y premios. Enfócate en la meta que Dios te ha trazado.
Álvaro Méndez – Capellán ING
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